1-Redactar un fragmento del regreso de Luisilda a su casa. Respetar el modelo, utilizar los verbos en modo imperativo.
-Apúrese. Está llegando tarde a su casa. ¡Apúrese! El tren se le va a ir y luego se va a lamentar, se le escapará como se le escapó ese novio suyo.
Cuando llegue a esa esquina, que ya conoce, porque por ese lado vino; no olvide doblar hacia la izquierda. Tenga cuidado con ese escalón con el que casi se cae; vamos, no se acuerde más de esa persona, tal vez tendría que haberse ido a otro lado.
Siéntese, cuidado con esa señora. Apúrese, otro le ganará el lugar. No creo que quiera esperar ese tren parada. Siéntese con cuidado, esa señora esta hipnotizada mirando a ver si el tren aparece. Pregúntele que hora es, a ver si así se ubica en este mundo real.
-Las diez menos diez, señorita. ¡Oh! Pero tiene una cara de ángel, que hermosa eres.
No le conteste, solo sonría, usted no la conoce.
-Me hace recordar mucho a mi hija, lamentablemente ella se ha ido en un accidente de tránsito hace ya casi un mes.
-¿Debo decir gracias?-contestó-.
-¡Oh! No es necesario. Y usted, ¿cómo se llama?
-Luisilda, ¿y usted?
-Marta, es un placer conocer a una jovencita como usted. ¿Qué anda haciendo a estas horas de la noche?
-Tenía un cita, pero no se ha presentado. Y ya no creo que lo hará.
-Quédese tranquila, hay hombres por doquier, no se preocupe.
Será mejor que no conteste, ya ha dicho demasiado, no la conoce y no sabe si esa tierna abuelita es o no una asesina, usted no sabe; hoy no se puede confiar en nadie. Sólo sonría y párese que hay viene el tren.
-Creo que sí, pero como el no había. Hubiese querido conocerlo mejor. Pero, hasta lo que lo conozco, usted está totalmente equivocada, o eso creo.
-Será una larga noche, ¿no cree? ¿Nos sentamos juntas?
-No hay problema-dijo ella con una voz apagada-.
¡Por favor! Si será un largo viaje con esa mujer al lado suyo, con esa voz chillona y esas historias de antaño.
-Y cuénteme, ¿cómo conoció a ese hombre?
martes, 27 de agosto de 2013
martes, 4 de junio de 2013
El Horla-Guy Maupassant
1-Escribir dos párrafos de 6 renglones cada uno, en donde se narre un episodio entre el paciente y el Horla. Utilizar narrador en primera persona, verbos en modo subjuntivo, modalizadores y adverbios de evaluación.
2-Escribir un párrafo en donde el narrador en primera persona describa al Horla.
Me levanté otra noche sin poder dormir. ¡Oh, cómo extraño el sueño! ¡Cómo quisiera dormir!
Extrañamente las pesadillas y el miedo se volvían a apoderar de mí. Hubiese querido dirigirme hacia la cocina, pero un ruido espantoso me atemorizó.
Estaba allí; quizá hubiese sido solo un ruido, pero lo sabía, él estaba ahí.
Lo vi, lo presentí. Desearía que sólo fuese un sueño, pero no. La puerta se abrió sola, como si una brisa la hubiese empujado pero la ventana estaba cerrada. Estar en mi habitación era como estar en el medio de la nada, era similar a esas pesadillas nocturnas, sólo estaba rodeado de una laguna silenciosa que pronto inundaría mi alma aturdiendo todos mis sentidos, empujando mi ser hacia la locura.
Luego la puerta se cerró; inexplicablemente sentí que estaba ahí. Como si me mirase fijamente, lo presentía. No pude moverme del miedo que sentía.
Con el paso de los segundos, mis ojos comenzaron a distinguir una figura parada en la puerta. No lo ví bien, pues su cuerpo era como si estuviese cubierto por una neblina, lo único que pude distinguir fueron sus ojos completamente negros, me miraba fijamente como si quisiera entrar en mi mente. Intenté moverme pero no puede. Lo único que llegué a lograr fue preguntarle su nombre y me desmayé.
2-Escribir un párrafo en donde el narrador en primera persona describa al Horla.
Me levanté otra noche sin poder dormir. ¡Oh, cómo extraño el sueño! ¡Cómo quisiera dormir!
Extrañamente las pesadillas y el miedo se volvían a apoderar de mí. Hubiese querido dirigirme hacia la cocina, pero un ruido espantoso me atemorizó.
Estaba allí; quizá hubiese sido solo un ruido, pero lo sabía, él estaba ahí.
Lo vi, lo presentí. Desearía que sólo fuese un sueño, pero no. La puerta se abrió sola, como si una brisa la hubiese empujado pero la ventana estaba cerrada. Estar en mi habitación era como estar en el medio de la nada, era similar a esas pesadillas nocturnas, sólo estaba rodeado de una laguna silenciosa que pronto inundaría mi alma aturdiendo todos mis sentidos, empujando mi ser hacia la locura.
Luego la puerta se cerró; inexplicablemente sentí que estaba ahí. Como si me mirase fijamente, lo presentía. No pude moverme del miedo que sentía.
Con el paso de los segundos, mis ojos comenzaron a distinguir una figura parada en la puerta. No lo ví bien, pues su cuerpo era como si estuviese cubierto por una neblina, lo único que pude distinguir fueron sus ojos completamente negros, me miraba fijamente como si quisiera entrar en mi mente. Intenté moverme pero no puede. Lo único que llegué a lograr fue preguntarle su nombre y me desmayé.
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